Tuesday, December 30, 2008

¿Amnesia de cuerdas separadas?

Ha dicho, con la jactancia prodigiosa de los ignaros, el canciller
José García Belaunde, que el año que acaba ha sido uno en particular
de logros para la nación. Curiosamente y con respecto a los del sur,
Chile, el 2008, constituyó una colección aberrante de arrodilladas,
servilismos, complicidades y humillaciones por parte de Torre Tagle,
de sus oficiales siempre derrotados y algo muy parecido hizo, desde
Palacio, el presidente Alan García. El clímax impresentable llegó –y
fue denunciado en la radio por César Hildebrandt- cuando el mandatario
admonizó con voz grave que Chile podía molestarse si se persistía en
actitudes –las únicas- dignas en Perú y en observancia del decoro y
honra a los mártires que dieron todo por la patria.

Hemos llevado a Chile a un litigio que arranca en marzo en La Haya.
Todos parecieran enmudecer y callar. Por si las moscas, el oscurísimo
titular de Relaciones Exteriores ha adelantado que el texto de la
Memoria peruana será secreto. Como si los del sur no pudieran, como
siempre en uso y abuso de su libre albedrío con respecto a Perú,
impulsar orientaciones públicas para su beneficio. ¿Cómo así nadie
quiere darse por enterado respecto de un intríngulis que nos lleva al
zafarrancho de guerra mediática y jurídica? ¡Sólo los dueños de tanta
cobardía pueden dar cuenta de sus terrores y sustos! Es, de algún
modo, la conducta típica seguida desde 1879 y a posteriori cuando se
echó la culpa de todos nuestros males a los invasores. Y con el avieso
propósito de tapar las taras y miserabilidades propias y contumaces.
Para eso han tenido a los historiadores plásticos que "historian y
custodian" apellidos, perennizan sus "heroísmos" en calles y plazas y
han logrado modificar y torcer la verdad de hechos dolorosos para hoy
reclamar homenajes y puestos por tener tal o cual apellido. ¡Cómo si
no fuera una casualidad la genética fortuita que oblitera a los
hombres del pueblo pero sí entroniza a pandillas de pobres diablos en
la cosa pública!

Según el canciller, anodino e intrascendente, un genuino Chi Cheñó en
Torre Tagle, el 2008 estuvo robusto de éxitos. Sería interesante que
el país se enterara de cómo fue la más importante relación diplomática
en momentos de ríspida –como siempre- relación con Chile. Pedir o
sugerir como lo ha hecho un ex canciller del toledato que los del sur
actúen de tal o cual manera, no parece sino expresión imbécil de un
retrasado mental: ¡aquí y no en Chile está la bronca de decirle y
enterarle al pueblo de la verdad y bondad de su demanda y de lo que
fue la historia genuina de la guerra de invasión que llevó a cabo el
país del sur entre 1879-1883!

¿Hasta cuándo callan los medios de prensa en un asunto que los
involucra directamente como entes educadores o cómplices del silencio
claudicante?

Aunque fuera solos con el pueblo pero desde Internet y la cuota
pedagógica diaria, el Perú Heroico lanza la señal de alerta que el
2009 no será un año fácil ni de festividades epidérmicas por celebrar.
Antes bien hay que prepararse para el combate. Y en esa trinchera
irreductible, por la historia y con la historia, estamos como humildes
pero patriotas soldados invencibles.

Leamos.

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
22-5-2008

¿Amnesia de cuerdas separadas?

Ayer 21, aniversario del Combate Naval de Iquique, no hubo, ni por
asomo, expresión oficial celebratoria sobre la efemérides, una de las
pocas victorias en la guerra de agresión declarada por Chile en 1879
al Perú. Por lo menos, la Agencia Andina no consigna ¡absolutamente
nada! sobre ese particular hecho de armas y, en cambio, sí cita lo
dicho por la presidenta Bachelet que no encuentra fundamento ni razón
al texto litigioso peruano en La Haya y pareciera que este tema se
inscribe en una postura de amnesia de cuerdas separadas.

¿Es insólita la ocurrencia? ¡De ninguna manera! El 27 de noviembre del
2007, cuando desempeñaba el ministerio de Defensa, Allan Wagner Tizón,
ese portafolio, también "olvidó" la fecha conmemorativa de Tarapacá.
En aquél no extraña porque fue precisamente ese diplomático, el que en
noviembre de 1985, firmó un acta, cuando titular de Torre Tagle, con
su par chileno, Jaime del Valle Alliende, en su Punto III sobre
Revisión de Textos de Historia, el siguiente párrafo:

"Los ministros estuvieron de acuerdo en poner en práctica, en el más
corto plazo posible, un procedimiento que permita en sus respectivos
países efectuar una revisión de los textos de historia, a nivel de la
enseñanza primaria y secundaria, con miras a darles un sentido de paz
e integración".

¿Está impulsando el gobierno del señor García Pérez la erradicación
letal de Clío y perpetrando la inadvertencia de la historia, ese
ministerio grave y civil, examen de conciencia que gustaba recordar
como parte insustituible de la conciencia nacional, el maestro Alfonso
Benavides Correa? ¿en nombre de qué y para qué fines? ¿o hay que ser
más papistas que el papa y cuando se trata del sur, sólo hay manteles
y cabezas gachas y si es el altiplano, la típica pose de patanes
ensoberbecidos y citadinos?

Pocos días atrás, Bachelet informó que su gobierno no tiene prisa
desaforada para el TLC, disfrazado de Acuerdo de Complementación
Económica, con Perú –hoy en el Senado en Valparaíso- refutando a los
tecnócratas que ya celebran por anticipado. Dijo también que su país
no está involucrado en una carrera armamentista. Bien vale la
pregunta: ¿cazarán zorros o zamarros con esos miles de millones
invertidos en tanques, satélites, vehículos, equipos de todo calibre,
las fuerzas armadas chilenas? Cualquier bisoño en logística les podría
haber sugerido que NO necesitaban de tanta maquinaria moderna y letal
para semejante avatar.

El acriticismo de nuestros "historiadores" es monumentalmente abyecto.
Su capacidad de investigación se mide por los gramos que pesan los
fajos de billetes que compran sus silencios y alientan sus
estridencias según la ocasión. ¡No hay mucho que decir del periodismo
y de los cientos de "analistas, expertos, internacionalistas,
juristas" y demás "istas" que hay debajo de cada piedra de cualquier
calle en el país. ¡Tampoco dicen nada para no malquistarse con las
fuentes de financiación!

¿Qué están logrando con esta neumática estupidizante y esclerosadora?
Algo muy simple como horroroso: hacer que el olvido de la historia
patria, haga más suave la colonización económica, financiera,
cultural, mediática, anímica, de los del sur en Perú. Y el asunto no
es para tomárselo a la ligera.

¿Y nuestros diplomáticos? Hay que reconocer que en su gran mayoría son
coherentes: ciegos, sordos y mudos. Ignorantes adrede, versallescos
atarantados, tramitadores eternos de sinecuras, perdedores de todas
las guerras en que participaron. Cuando, no ha mucho, le preguntaron
al canciller José García Belaunde sobre el triángulo enajenado a la
mala por Chile en Tacna, éste respondió con una imbecilidad digna de
su alta estatura: comparó aquella porción de terreno como de muy poca
significación y para fundamentar el vómito, hizo el parangón con una
de sus chacras en Cañete. Ciertamente, este anodino merecerá apenas un
par de líneas en cualquier crónica seria de historia crítica del Perú
de nuestros días.

Cuando a un pueblo se le embute la prevalencia de lo económico y del
goce episódico, hedonista, frívolo y supuesto, como valores
fundamentales por encima de la historia, de la recordación detallada,
entonces, los hunos y todos los invasores tienen la cancha libre. Con
el tiempo harán lo que hacen siempre: ¡botar a los cómplices nativos a
patada limpia y quedarse con el patrimonio peruano!

¡Olvidaba agregar que tampoco el Establo se dignó a una recordación
ineludible que bidestiló, sin atenuantes, lo que luego ocurrió:
hundimos la Esmeralda, perdimos la nave Independencia y Grau, a la
postre, el Huáscar, y el Perú entero, caminaron mordiendo el polvo del
fracaso tras fracaso! ¡Y hay sinverguenzas hoy que pretenden que nada
de esto sea parte del gran examen de conciencia de mirar atrás para no
repetir los aberrantes errores que nos condujeron al presente
defectuoso que es el país contemporáneo!

¡Atentos a la historia, las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder, el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

¡Sólo el talento salvará al Perú!

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Monday, December 29, 2008

CGR: ¡plaga de irregularidades!

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
29-12-2008

CGR: ¡plaga de irregularidades!

El absoluto fiasco protagonizado por la Comisión Webb para escoger al
candidato a Contralor General no necesita de mayor demostración: la
primera postulante fallida y fulminada por ser amigota de una de las
integrantes, Boza, y la segunda por las razones abajo expuestas que
son categóricos cañonazos contra el adefesio producido por el grupito
de amigos que integran Webb, Boza, Blondet y Garatea para preservar el
imperio de las pandillas minúsculas que exaccionan el Estado desde
hace años. El silencio castrado del resto de actores políticos es
palmaria demostración de incompetencia acendrada.

Hay expresiones publicadas en los medios hoy que muestran hasta
ansiedad y prisas para que el Establo de la Plaza Bolívar confirme la
voluntad presidencial, es decir para que blanquee la innegable torpeza
de la Comisión Webb pero también para que se diga que la Contraloría
es un elemento imprescindible. ¿Alguien se atreve a decir que con
Matute, ese monumento de ineficacia, la CGR, fue efectiva o
importante? ¿Y qué hay de los múltiples silencios callados
convenientemente por los miedos de comunicación? Una sola muestra:
¡Matute jamás dio curso integral a la investigación que demostró que
en las seis mangas del Aeropuerto Jorge Chávez hay un sobrecosto de
varios US$ millones de dólares, tema que con descaro impresentable ha
impulsado la empresita Lima Airport Partners, LAP! ¿Qué hizo enmudecer
a este individuo que ahora habla con una autoridad que escondió cuando
estaba en el cargo durante siete larguísimos y lánguidos años
improductivos?

Leamos un análisis bastante puntual y acertado y que condensa serios
cargos de un triste desperdicio de dinero pagado a burócratas y
vividores de la cansada ubre del Estado. La plaga de irregularidades
hablan por sí solas.

Irregularidades de la Comisión Webb

1. Aceptó un encargo para el que no estaban preparados y buscaron un
"contralor moderno", sin definir qué significa esto y seleccionando
solamente tres (03) candidatos cuando debieron ser cinco (05) de
acuerdo a lo ofrecido reiteradamente por el Primer Ministro.

2. Ninguno de los tres candidatos seleccionados tiene experiencia en
auditoría gubernamental, materia esencial si se quiere modernizar la
Contraloría en lo que es su razón de ser y no en los aspectos
administrativos, para los que probablemente estén preparados.

3. Aceptan la postulación de un candidato autopresentado (y lo
incluyen en la terna seleccionada), cuando se tenía que llegar
patrocinado por alguna institución de la sociedad; ocurre lo mismo con
una postulada por un partido político vinculado al gobierno actual; e,
invitan a participar a otra persona que ni siquiera se inscribió, que
tiene vínculos laborales con dos de los integrantes de la comisión y
que personalmente, a través de su ONG, tiene contratos importantes con
diversas instituciones gubernamentales.

4. Crean el argumento falso de la baja remuneración del Contralor
General, tema no tratado con ninguno de los postulantes, además de por
inapropiado por ser de conocimiento general el tope salarial impuesto
por el gobierno.

5. Todo esto descalifica el trabajo de la Comisión y la terna presentada.

CARENCIA DE CUALIDADES DE LA POSTULADA PARA CONTRALOR GENERAL – INGRID
SORAYA SUÁREZ VELARDE

1. El Colegio de Contadores en comunicado público emitido a inicios
del presente mes, hace notar su malestar por las irregularidades
cometidas por la Comisión Webb y expresa tajantemente que ninguna de
los tres profesionales seleccionados (dos de ellos CPC) tienen ni la
experiencia ni la formación necesaria para desempeñar adecuadamente el
cargo de Contralor General.

2. A los pocos días el Colegio de Ingenieros emite un pronunciamiento
señalando las mismas irregularidades por la Comisión Webb y, en
particular, respecto a la seleccionada por el Presidente manifiesta
que no se encuentra inscrita en dicho gremio, con lo cual, hace uso
ilegal de la profesión de Ingeniero Industrial.

3. La revisión del CV de la elegida por el Ejecutivo y su
confrontación con la labor a desempeñar nos lleva a señalar que: a) su
formación académica no es la idónea para el cargo de Contralor, ésta
está más bien dirigida a aspectos administrativos de las entidades; b)
su trayectoria profesional es pobre y carente de experiencia en la
razón de ser de Contraloría; c) Miente la Comisión Webb cuando señala
que tiene "22 años de experiencia en empresas de gran envergadura";
pues, Avícolas Asociados (03 años) y Reproductoras Asociadas (09 años)
son empresas inexistentes para la SUNAT y en todo caso, los cargos
ocupados cuando estuvieron vigentes, son de nula relación con
Contraloría (Gerente de Administración y Finanzas y Contador General).
Un centro de trabajo intermedio entre las firmas mencionadas es el
Banco de Comercio (02 años), pero en un cargo menor (Analista de
Riesgo) al ocupado en la empresa anterior; d) sus 06 años como
Controller en una empresa de sociedad mixta y de poca envergadura
(Eiffage Electrosur) resultan insuficientes ante la experiencia
acumulada de muchos postulantes descartados por la Comisión Webb; e)
sus últimos dos años como Asesora del Ministerio de la Producción, en
el despacho ministerial, la alejan aún más del quehacer de
Contraloría; pues, no se puede dar credibilidad a que en el PRODUCE
haya efectuado alguna labor de responsabilidad y menos de auditoría
desde su posición de asesoría; f) no acredita haber tenido mayor
manejo de personal, mientras que el de Contraloría supera los 1000
trabajadores; g) no tiene ninguna experiencia en la lucha contra la
corrupción.

4. En suma, su designación como Contralora General solamente llevaría
al marasmo institucional; a que sean sus segundos quienes gobiernen; a
que la institución no esté a la altura de las circunstancias de la
hora actual, en que hay que apoyar un Plan Anticorrupción y luchar
técnicamente contra los malos manejos; a la desmotivación del personal
del Sistema, pues nuevamente comprobarían que tendrán un Titular sin
los pergaminos que esa alta responsabilidad exige, entre otras muchas
más debilidades.

5. Es de indicar que el plan de trabajo que expondría ante la Comisión
Permanente el martes 30 próximo, será un documento realizado sobre la
marcha, pues la Comisión Webb no exigió entre sus requisitos la
presentación de ningún documento de ese tipo. Entonces, será algo
meramente enunciativo; lo cual, demuestra una vez más que se estaría
designando a una persona que llega a aprender a Contraloría (tal como
ocurrió con el antecesor), cuando el país no está para esos
experimentos.

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Tuesday, December 23, 2008

Justicia notificadora (y muy acosadora)

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
23-12-2008

Justicia notificadora (y muy acosadora)

¿Qué ocurre cuando la justicia que debieran impartir magistrados
probos y embebidos del equilibrio que supone su cargo, se pone al
servicio de las empresas corruptas y se convierte en vil negocio
culpable que paga el mejor postor, el que pone más presión vía sus
dólares, favores o conveniencias y deviene en martillo acosador de los
inculpados que a veces terminan con sus huesos en la cárcel?
¡Cualquier cosa, menos un Estado en que el Derecho resguarda la
justicia! Por el contrario, es tierra de nadie, selva comprable,
burdel en que prima el olor lacerante del dinero sucio.

Con una aceleración que envidiarían Fittipaldi o Fangio conozco de un
juzgado que practica la velocidad de los prodigiosos en cualquier
pista de carrera. ¿Para administrar la sensatez a que tienen derecho
los ciudadanos que pagan impuestos para sufragar tareas importantes
como las que se llevan a cabo en el Poder Judicial? ¡No, no es así! Se
trata de satisfacer la sed de venganza que tienen el gerentito cuasi
analfabeto de una empresa cuyo capital apenas si frisaba los US$ 3 mil
dólares cuando se hizo de la concesión del Aeropuerto Internacional
Jorge Chávez y la angurria de abogángsteres que cobran decenas de
miles de dólares y que están "muy preocupados" porque se les escapa la
presa.

El asunto es muy simple. Si las empresas por quítame estas pajas
judicializan los casos y persiguen, como vemos, a periodistas,
consiguen varios objetivos a la vez. El primero y más importante:
meter miedo, inocular terror entre los que aún no han cruzado el
Rubicón denunciante. A otros los compran con publicidad y dólares o
euros fáciles. Al resto, a los rebeldes (que son muy pocos) los ponen
en vereda con juicios y con perros de presa, genuinos y criminales
mercenarios al servicio de estos actos perversos. La idea es condenar
y evitar que los periodistas sigan denunciando y cuestionando. Como no
hay respuestas entonces hay que "empapelar" literalmente a los
iconoclastas.

Un libro, manual le llamo yo, ¡Estafa al Perú! ¡Cómo robarse
aeropuertos y vivir sin problemas!
http://www.voltairenet.org/article148321.html plantea denuncias que se
refieren a las cuatro addendas mañosamente empujadas por la
concesionaria; a la no construcción de la segunda pista; al mal uso
para sí mismos del aval del Estado peruano ante bancos norteamericanos
y alemanes en una operación por el orden de US$ 125 millones de
dólares. Y lejos de contestar y aclarar lo que fuere inexacto o falso,
la respuesta camina por el vulgar, despreciable y sucia vereda de la
judicialización penal por difamación agravada. Todos los caminos
conducen a la corrupción dicen los delincuentes, por tanto, hay que
castigar a los insolentes y si se les puede meter a la cárcel, el caso
de la señora Magaly Medina ya creó el precedente tan esperado.

Para que esta putrefacción funcione la premisa madre discurre por la
existencia de jueces funcionales, simpáticos, acríticos, que acojan
adefesios bajo la forma de denuncias. Cuando se les pide acumulación
porque son dos los juicios, deniegan el asunto, merced a una ceguera
cuestionable, el tema obtiene ribetes pestíferos. La consigna es
política: encerrar o callar al denunciado y para eso hay que emplear
"todo el peso" de la ley. De manera que una vez muerto o mudo el
perro, se acaba la rabia porque no hay quien ladre o persista
escribiendo. ¿Cómo los jueces, a vista y paciencia del resto de la
sociedad, pueden darse el lujo de aceptar esta clase de adefesios? Los
resultados están a la vista: ¿hay quien crea en el Poder Judicial del
Perú? Cuando a alguien le preguntan por un juez, de inmediato, cuasi
como un resorte, asalta la duda sobre su idoneidad y los porcentajes
son aplastantes y de público conocimiento. ¿Hay en Perú jueces
idóneos? Sin duda que los hay y a mucha honra. Pero de los otros
odiosos, mediocres, inmorales, rufianes, delincuentes, también. Y esos
ahuyentan cualquier buen juicio cívico.

Como parte de un deber periodístico indeclinable he denunciado a los
que resulten responsables del tremendo daño que el incremento del
narcotráfico está protagonizando en el Aeropuerto Jorge Chávez que es
una auténtica coladera. ¿Será que las prisas de hoy responden a que
necesitan callar, cuanto antes, al periodista?

¡Qué pena pues! Pero la preocupación es para los cancerberos en los
tribunales, para los abogángsteres a la carta y para todos aquellos
que silencian merced a su cobardía el abuso impresionante que se hace
con los casos judiciales. ¿Hasta cuándo seguirán callando quienes
tienen que hablar y defender los derechos humanos arrasados por los
cacos? ¿Justicia? Aquí esa palabra es hueca y un simple adefesio.

¡Atentos a la historia, las tribunas aplauden lo que suena bien!

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Monday, December 22, 2008

Periodismo y geopolítica

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
22-12-2008

Periodismo y geopolítica

En el panel de lujo, expresión cordial que usó el director de El Perro
del Hortelano, César Hildebrandt, para aludir al equipo periodístico
que opinó sobre lo mejor y peor del 2008 e integrado por Marco Zileri,
Caretas; Patricia del Río, RPP; César Lévano, La Primera; Alberto
Adrianzén, La República, se tocaron temas de diverso calibre y las
consideraciones emitidas dan cuenta de análisis y reflexiones
múltiples. Es de notarse, sin embargo, que ninguno de ellos discurrió
sobre el delicadísimo tema de cómo Cancillería ha manejado la difícil
vecindad con Chile a pocos meses que se dé comienzo al contencioso en
La Haya y que sobre delimitación marítima ha llevado Perú al país del
sur. Esta omisión clarísima da idea de cómo llega el periodismo al
campo de combate con los meridionales que todos los días se encargan
de recordar cómo anda su parque de armamentos, colección de satélites
y cuan majaderos pueden ser cuando se lo proponen y como fuera desde
antes de 1879 habida cuenta del precedente de 1836-39, la primera
invasión chilena al Perú.

La ignorancia, la desidia, el temor a lo ignoto y de descubrir que la
historia contada por historiadores plásticos, palafreneros de linajes
y apellidos; escondedores de traiciones aleves y complicidades
atroces, marca el espíritu periodístico nacional. No estamos frente al
periodista de la resistencia Andrés Aramburú y su terca, porfiada,
indomeñable lucha contra la pezuña invasora sino en tiempos en que la
globalización y sus esbirros han conseguido "vender" la idea que el
patriotismo, el apego al terruño y al patrimonio, son "cosa del
pasado" y que ahora mejor es vender, vender, vender porque eso nos
coloca a la vanguardia de las naciones. Obvio que la premisa indudable
apunta a que éstos son los que custodian las operaciones, empujan las
transacciones y forman parte de los miserables que roban bajo forma
legal de los dividendos. El pueblo es tan solo pretexto simpático de
discursos y convidado de piedra eterno que todo lo paga y que nada
puede reclamar porque hasta ese derecho le ha sido conculcado con los
TLCs que prevén tribunales especiales por encima de la ley nacional.

¿Cómo explicarse tanta estupidez institucional? ¿hay alguna manera de
agarrar al toro por las astas y vencer esta pusilanimidad antaña que
se instala definitivamente luego de la derrota aciaga y vergonzosa de
1879-1883? El camino del odio es el derrotero de los bárbaros Atilas
que enuncia el inmortal Vallejo. Basta con tener dignidad, estudiar la
historia y aprender de sus lecciones para no repetir los yerros
monumentales que signan y oscurecen el devenir peruano casi desde que
nació y necesitamos que, especialmente los genuinos periodistas,
aprehendan que si el porvenir nos debe victorias, éstas no llegarán
solas o caerán de los árboles: ¡hay que conquistarlas con el
sacrificio y al amor a las causas de justicia!

A nadie pareciera inquietar cómo es que Cancillería ha llevado por
torpísimos caminos el contencioso con Chile. Encargado del equipo nada
menos que un chilenófilo de larga y lamentable trayectoria mediocre:
Allan Wagner. Y en su equipo hay "escritores" que han puesto en blanco
y negro textos que favorecen la tesis de Chile, como es el caso del
traidorzuelo Fabián Novak Talavera quien junto a Luis García
Corrochano son parte de esa dinámica proditora que nos hará pasar
momentos indefendibles. No obstante esas taras, hay que recordar cómo
el gobierno del presidente García y él mismo, en múltiples veces, se
han encargado de dar "lecciones" de un cipayismo repugnante con
respecto a La Moneda, olvidando que los socialistas que ocupan el
gobierno en Chile son más chilenos que socialistas. Pero gallina que
come huevo, aunque le rompan el pico......

¿A quién conviene esta indefensión doctrinaria, histórica,
periodística? Es obvio que a los quintacolumnas que representan en
Perú los intereses ajenos. ¿Hay que soportar, sin desenmascarlos, su
presencia letal y mutiladora del espíritu nacional? Me temo que la
respuesta es clarísima: ¡de ninguna manera! Pero hay que combatirles
con las armas de la ciencia y la tecnología, la historia, el derecho y
las ganas de vivir en y para la dignidad de las naciones. Si hay
traidores ¡allá ellos! ¡Aquí sólo puede primar el interés genuino, la
defensa del patrimonio natural e industrial de 28 millones de
habitantes y el designio de liderazgo que nos viene por ancestros, con
cinco fronteras, el mar más rico del mundo e ingentes riquezas
inacabables y que son ¡precisamente! lo que el guano y el salitre
fueron en 1879!

Los medios de comunicación hablados, escritos y radiales no pueden
seguir eludiendo chapuceramente lo que es el deber contemporáneo de
pelear por la patria. Al público corresponde exigir de sus hombres de
prensa: compromiso y limpieza. Será interesante ver como cada quién da
cuenta de su responsabilidad o cómo disimula sus cobardías. Y entonces
habrá que verles retratados en la comisión de sus actos. Es hora que
el Perú y sus periodistas se pongan de pie, el 2009 llega pleno en
nubes cargadas. Hay que estar preparados. Es mandato de la historia.
¿Quién pesca el reto?

¡Atentos a las historia, las tribunas aplauden lo que suena bien!

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Thursday, December 18, 2008

LAP: ¿más cortinas de humo para disimular coladera?

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
18-12-2008

LAP: ¿más cortinas de humo para disimular coladera?

El fabricante de persecuciones a periodistas, Jaime Daly Arbulú,
gerente general de la empresita Lima Aiport Partners, LAP, coladera
inexplicable para el narcotráfico, ha dicho campanudo y pagado de sí
mismo: "Lima, dic. 17 (ANDINA).- Lima Airport Partners (LAP),
concesionario del aeropuerto internacional Jorge Chávez, está en
conversaciones con las aerolíneas que operan en Perú para evitar que
cierren sus operaciones o reduzcan sus frecuencias de vuelos durante
el 2009 por efectos de la crisis financiera internacional. "En lo que
estamos concentrados ahora es en que las aerolíneas que están en Perú,
que son más de 20, se mantengan y hagan económicamente viable el
negocio que tienen para que no cierren, ni se vayan o reduzcan
frecuencias", subrayó. ¿Y desde cuándo LAP trocó en promotora o
negociadora?

La verdad genuina es que desde el 23-11 en que emplazáramos a Daly
Arbulú y a LAP, fautores de juicios penales, desde El Perro del
Hortelano que dirige César Hildebrandt, a explicar al país la coladera
que es para el narcotráfico el Aeropuerto Jorge Chávez, Daly no había
dicho esta boca es mía. Aparte de la miseria pusilánime de
judicializar temas en que no puede defenderse, ahora inventó otra
fórmula: ¡asumo la careta de promotor!

Una explicación más racional apunta a definir que las empresas aéreas
que operan, salen y llegan a Lima, lo harán si el negocio les es
rentable. Y si no lo es, entonces es hasta posible que su decisión
camine por otros pagos. ¿Y en todo esto qué tiene que ver LAP y
particularmente con el intelectual de polendas que es Jaime Daly
Arbulú? A menos que exista la posibilidad de un gran tiovivo de
influencias que aleje o atraiga a algunas de estas firmas. No
obstante, no es ése el papel de LAP.

El 11 de los corrientes interpusimos denuncia penal contra los que
resulten responsables y en agravio del Estado, bajo el título de
Aeropuerto Jorge Chávez es una coladera
http://www.voltairenet.org/article158815.html y, como es natural, de
esto no dice ni pío el señor Daly Arbulú tan elocuente y dicharrachero
en hablar impertinencias y tan mudo cuando, como se ha visto con
frecuencia sorprendente en los últimos días, la captura de droga en el
primer terminal aéreo se ha vuelto casi común y hasta ramplona primera
plana de los medios de comunicación. Pero nadie pareciera
sorprenderse.

Puedo decir con conocimiento de causa que la empresa LAP y su gerente
general Jaime Daly Arbulú acostumbran, premunidos de contumacia a
prueba de cañonazos, no responder al país sobre esta clase de graves
cargos. No obstante las denuncias que escribí en ¡Estafa al Perú!
¡Cómo robarse aeropuertos y vivir sin problemas!
http://www.voltairenet.org/article148321.html, manual que le produce
aspavientos y migrañas al aludido y por eso me enjuicia dos veces,
mañosamente una él y otra LAP pero por la misma supuesta falta,
difamación agravada, en juzgados distintos.

La mudez generalizada del país no quiere reclamarle a LAP y a Daly las
explicaciones que tiene la obligación de expresar sobre la coladera
que es el Aeropuerto Jorge Chávez. Además, tampoco ha dado cuenta de
cómo era que empleados de LAP cayeron en desmanes de tráfico ilítico
de drogas, pocos meses atrás. Si se calla frente a hechos como los
referidos ¿qué autoridad hay para perseguir a periodistas tenaces y
con qué ética se meten a temas que no están contemplados en el
contrato de concesión que ganaran en carrera de un solo caballo años
atrás?

Los ilustres flecos de una nueva cortina de humo para disimular sus
silencios va dibujándose como un aporte más de Jaime Daly y LAP.
¿Hasta cuándo una sociedad permisiva da patente de corso a esta clase
de fechorías contra el Perú? ¿por causa de qué el Congreso no
investiga lo que la Contraloría General de la República consideró como
un sobreprecio de casi US$ 2 millones en las mangas del Jorge Chávez?

¡Atentos a la historia, las tribunas aplauden lo que suena bien!

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Wednesday, December 17, 2008

¡Sólo diez minutos!

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
21-12-2004

¡Sólo diez minutos!

Navidad suele ser una fiesta en que algunos gozan, sobre todo los
comerciantes que venden más; celebración plena en remembranzas y
vuelven a aparecer contornos familiares de padres, hermanos, hijos e
hijas, amores y desamores, que ya no están y ciertamente es un
instante para la reflexión. Yo pido, mejor sugiero, más bien imploro,
¡sólo diez minutos para pensar en el Perú!

¡Sólo diez minutos para el niño que camina por las calles! ¡Sólo diez
minutos por todos aquellos que no escogieron donde nacer y no pidieron
venir al mundo por la banalidad erótica de algunos irresponsables!
¡Sólo diez minutos por un país, que son muchos países a la vez, porque
el peruano de Iquitos casi no tiene que ver con el de Tacna y el de
Puno con el de Talara!

¡Sólo diez minutos para pensar en el Perú!

Este país está preso de pandillas que luchan canibalescamente entre sí
para repartirse hilachas y despojos porque ya es poco lo que queda. En
todos los órdenes los buitres carroñeros evolucionan sobre los
cadáveres producto de un diseño perverso que todo lo privatiza porque
hay la creencia vulgar que cuanto más exportamos más ganamos. ¿Quién o
quiénes? ¿No será que cuánto más exportamos, nos encasillamos en un
modelo chato que perjudica la industrialización que trae valor
agregado y nos saca de un monopolio de pobreza inverso y clásico?

¡Sólo diez minutos para pensar en el Perú!

¿Qué diferencia hay entre el ladrón de cascos ligeros y aquel que usa
corbata y saco y regala el país vía decretos leyes o contratos de
concesión tramposos a empresas insignificantes? ¡Ninguna! Tanto monta,
monta tanto, Isabel como Fernando. ¿Es posible distinguir entre el
monrero que roba por placer y porque ese es su quehacer criminal y
quien o quienes montan campañas para sostener que la solución del Perú
es un TLC sumiso a los Estados Unidos? Para mí un ladronzuelo
callejero tiene poca diferencia, si alguna, con los tecnócratas
vendepatria que hay en los ministerios.

¡Sólo diez minutos para pensar en el Perú!

¿Es el trabajo esclavo, aquel que no se paga, una situación digna para
los empleados y trabajadores que deben laborar, diez, catorce,
dieciocho horas diarias por el mismo sueldo y bajo la amenaza de
despido en un país donde hay escasez de empleo, algo que enorgullezca?
¿Quién cumple semejante barbaridad, es tonto o cómplice? Me atrevo a
pensar que las dos cosas. Tonto porque no entiende que hay una
dignidad que defender y cómplice porque su debilidad le hace preferir
un estadio inferior y humillante a cuidar lo que es suyo, hijos,
hijas, amores, padres y otras querencias.

¡En esta Navidad, para tirios y troyanos, adversarios y amigos,
detractores y admiradores, un abrazo fraterno pensando en el Perú,
amando al Perú, procurando hacer de esta patria Madre y no madrastra
de sus hijos!

¡Feliz Navidad! ¡Y no lo olvide, sólo diez minutos para pensar en el Perú!

Amén.

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

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Tuesday, December 16, 2008

La torpe ceguera de las élites

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
21-11-2006

La torpe ceguera de las élites

Elite significa minoría selecta. ¿Garantiza aquella definición
superioridad o ética de sus componentes? ¡De ninguna manera! Los
gángsteres son grupúsculos que organizadamente imponen sus puntos de
vista y gobiernan el actuar de sus pandillas en lo social,
intelectual, político, periodístico, financiero, económico, literario
o artístico. ¿No es acaso el Perú entero el cuadro dramático de cómo
pujan entre sí, para robarse al país, múltiples gavillas en todos los
ámbitos de la vida nacional? La aberración llega cuando esas mesnadas,
al modo de los reyes ociosos, pierden todo contacto con la realidad y
en lugar de motores trocan en estorbos o vallas infranqueables.

Dos señales significativas. Desde hace 48 horas voceros partidarios
ensayan toda clase de explicaciones paliativas a sus sonoros fracasos
en las urnas. Ahora resulta que no perdieron sino que "demostraron" su
presencia nacional. El pueblo no les negó el voto y el apoyo vía sus
candidatos, sino que los gratificó. ¿Por causa de qué es tan difícil
reconocer que la vejez y el óxido empezaron su ineluctable tarea? ¿O
es tragedia admitir que no estuvieron –ni están- al compás de la
cambiante sociedad peruana y que ya son entelequias nocivas y
estancadoras de cualquier dinámica social?

La torpe ceguera de las élites también ha capturado los miedos de
comunicación (Galeano dixit). No importa la verdad, interesa sí, que
se dé por cierto cuanto dicen o propagan pistoleros y pistoleras
totalitarios en la televisión, radio y medios escritos. El acriticismo
con algunos temas es visiblemente escandaloso y embrutecedor. Se da la
noticia que el jefe del imperio del norte, George Bush, impulsa la
prolongación del ATPDEA y aquí se sigue insistiendo en misiones
vasallas y turísticas para rogar a Gringolandia por un TLC que se
presenta casi como imposible por las nuevas mayorías en las cámaras
legislativas. Pero, he allí, que hay empresarios a quienes interesa
dar demostración de "sus mejores esfuerzos" vía la propaganda que
pagan en los miedos. Entonces, cumplen con su tarea. Que eso no
beneficie sino a minorías depredadoras, es un tema que la prensa no
analiza ni desmenuza, solo enuncia muy de relansina para no agitar
demasiado el ambiente.

Escribe Alfonso López, en su magnífico libro Estrategia de Desarrollo
Alternativo para la Economía peruana: "Cuando los pueblos y sus
gobernantes están premunidos de una ética superior, se pueden superar
las crisis, incluso las derrotas más dolorosas. Salir, en cambio, de
una crisis moral es mucho más difícil, por la sencilla razón de que
los modelos y programas económicos se pueden cambiar en un tiempo
relativamente corto. Los hábitos, los patrones espirituales y los
modelos mentales, requieren de mucho más tiempo para modificar las
inercias del pasado y reconstruir la confianza y la credibilidad. En
este marco, son los líderes y los gobernantes quienes tienen mayor
responsabilidad por aquello de que lo que le está permitido al
soberano, le está permitido al súbdito: cada usurpación, cada
traición, cada robo, cada mentira de los gobernantes en el terreno
público, pareciera autorizar al individuo a una trasgresión similar en
su propio campo. Perfidias políticas parecen engendrar perfidias
sociales. El juicio de Maquiavelo es al respecto lapidario. "Las
élites –dirá- no son neutrales o inocuas desde el punto de vista de la
fundamentación de un gobierno. Si ellas están regeneradas y son
regeneradoras se puede lograr la unidad. Si las élites están
corrompidas, la salvación de un país es prácticamente imposible". Ob.
cit, p. 291.

El pueblo es más sabio que todos los sabios y acaba de licenciar y
–mejor dicho- cancelar a la casta política en sus variopintas
vertientes, de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, casi sin
excepciones, la fulminación popular ha sido terminante. ¿Verán esto
las élites o será la ceguera el signo constante de su extinción sin
pena ni gloria y el estancamiento doloroso e inmanejable del Perú? ¿A
quiénes va lanzado el reto? ¿Y quiénes tienen que dar la respuesta?

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

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Monday, December 15, 2008

Aeropuerto Jorge Chávez es una coladera

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
15-12-2008

Aeropuerto Jorge Chávez es una coladera

DENUNCIA PENAL
11-12-2008
Ministerio Público, Mesa Unica de Partes
Distrito Judicial del Callao

Sumilla.- Denuncia peligroso incremento de salida de droga por el
Aeropuerto Jorge Chávez.

SR. FISCAL PROVINCIAL PENAL DE TURNO DEL CALLAO:

HERBERT CARLOS MUJICA ROJAS, peruano, identificado con DNI Nº
06262305, a usted con respeto me presento y digo:

PETITORIO:

Que, siendo el tráfico ilícito de drogas un tema delicadamente grave
para la salud moral del Perú, me apersono a su Despacho, con el fin de
interponer denuncia penal en contra de los que resulten responsables,
por el Delito de TRAFICO ILICITO DE DROGAS en agravio del ESTADO
PERUANO, por los fundamentos de hecho y de derecho que a continuación
expongo:

FUNDAMENTOS DE HECHO:

1. Es de conocimiento público que, durante los últimos dos años y
particularmente en los últimos meses, se vienen suscitando hechos de
carácter policial y penal, consistentes en la detección y
descubrimiento de estupefacientes (PBC y clorhidrato de PBC), en el
Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, lográndose muchas veces,
detectar, identificar y capturar a los llamados "burriers", con el
agravante de que se han descubierto y capturado a empleados y/o
funcionarios de la empresa concesionaria del referido Terminal aéreo.

2. Medios de comunicación de innegable credibilidad como los Diarios
El Comercio, La República, La Primera, Expreso y otros, la Revista
Caretas y el Canal 4 TV. América Televisión, han dado cuenta
oportunamente de sendos hallazgos y descubrimientos de cantidades de
droga y de capturas de elementos dedicados al narcotráfico. Lo
preocupante del caso es que tales cantidades de drogas descubiertas y
el número de detenidos implicados en esta clase de delitos son
mínimos, tomando en cuenta el gran volumen que realmente sale al
exterior, según información autorizada y especializada de entidades
nacionales (PNP) y organismos internacionales como la DEA.

3. Es evidente que la opinión pública demanda y exige a la
concesionaria LIMA AIRPORT PARTNERS S.R.L. (LAP), una inmediata
explicación al país, sobre cómo es que el Aeropuerto Jorge Chávez se
ha convertido en una vía propicia para el narcotráfico y cómo es que
empleados de su empresa continúan presos, preciso es decirlo, por una
acción de esta naturaleza e ilícita comisión. Si la DEA y la Policía
Nacional del Perú afirman –y lo han hecho públicamente- que apenas se
decomisa el 10% de la droga que sale del Perú que asciende a 4
toneladas, quiere decir que hay ¡36! que producen réditos, ganancias y
configuran un paraíso en que comerciantes criminales hacen de las
suyas. La pregunta es ¿por qué la concesionaria no puede hasta hoy dar
una explicación convincente al país?.

4. Hasta donde tengo conocimiento, de acuerdo a lo estipulado en el
Contrato de Concesión del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, la
empresa concesionaria Lima Airport Partners S.R.L., LAP, tiene la
responsabilidad de la prestación del servicio de seguridad integral en
dicho Terminal aéreo. Pues, entre las operaciones principales que está
obligada a cumplir en este rubro, es el "Servicio cuyo objetivo
principal es salvaguardar la seguridad, regularidad y eficiencia de la
aviación civil contra actos ilícitos dirigidos contra los aeropuertos,
aeronaves, instalaciones en general, pasajeros y/o usuarios". Dicha
seguridad no puede constreñirse o limitarse únicamente a la simple
revisión o inspección del equipaje de mano y del no acompañado
(facturado) de los pasajeros, sino también de los seis accesos o
puertas de ingreso al interior del Aeropuerto, por donde circulan
vehículos y personal de LAP y las empresas que cargan y descargan
alimentos, enseres de vuelo y equipajes (Gate Gourmet, Longport, Talma
y Relimpio), y lógicamente empleados de la concesionaria, zonas en las
que la Policía no tiene presencia. Es así que, mientras que personal
de la DINANDRO, ocasionalmente y por suerte logran detectar o detener
a un pequeño "burrier", o encontrar por casualidad equipajes
abandonados con droga, por los otros accesos pueden ingresar o pasar
sin ningún control cientos de kilos de droga con destino a las
bodegas de los aviones.

5. Otro hecho que llama la atención, es el carácter extraterritorial
que la empresa concesionaria le está dando a nuestro primer Terminal
aéreo, ante la actitud aparentemente pasiva y permisiva de nuestras
autoridades, cual es la subcontratación unilateral del servicio de
inspección de equipaje de bodegas con otras empresas de seguridad,
como es el caso de la empresa HBS (Hola Bagaje Screening),
administrada por agentes extranjeros que muchas veces interfieren y
dificultan la intervención de las autoridades peruanas (Jueces,
Fiscales, Policía, Agentes de Aduana, etc.), trayendo como
consecuencia que nuestro aeropuerto se convierta en un punto de
despegue de la droga hacia distintos destinos del mundo.

6. Es evidente que existe plena responsabilidad del operador
aeroportuario, en que nuestro primer Terminal aéreo últimamente se
haya convertido en lo que todos los medios de comunicación coinciden
en llamarlo "una coladera". Curiosamente, antes, durante y después del
desarrollo de la cumbre de la APEC, pese a que se dijo que se habían
"extremado las medidas de seguridad", fueron encontrados tanto dentro
del aeropuerto, como dentro de los aviones, cargamentos de droga
camuflada, y no en poca cantidad, sino en grandes cantidades, que
únicamente durante el presente año se han podido decomisar 1800 kilos
de clorhidrato de cocaína, y han sido detenidos trabajadores de la
empresa concesionaria, así como de las otras empresas que prestan
servicios para LAP, quienes al igual que los burriers, constituyen
simples eslabones que distan mucho de los cabecillas de las bandas o
carteles peruanos, mejicanos y/o colombianos, que en la práctica se
ven favorecidos por la vulnerabilidad y presunta complicidad del
operar aeroportuario.

FUNDAMENTOS DE DERECHO:

Amparo mi denuncia en lo previsto por los Artículos 158 y 159 de la
Constitución Política del Estado, concordante con el Artículo 11 del
Decreto Legislativo 052, Ley Orgánica del Ministerio Público, Artículo
288 y 296 del Código Penal, Art. 94 de la L.O.M.P., concordante con el
Art. 77 del C. de P.P., Art. 326 y 328 del C.P.P.

MEDIOS PROBATORIOS:

En calidad de prueba de los hechos denunciados ofrezco las siguientes:

Transcripción del reportaje realizado por el Programa "Cuarto Poder"
del Canal 4 América Televisión, titulado "Coladera en el Aeropuerto".

Disco con audio-vídeo del referido programa de televisión.

Publicación del Diario La Primera, del 27 NOV 2008, titulado "Coladera
para la droga".

Copia de la publicación del Diario Expreso del 04 NOV 2008, Pág. 1,
titulado "Aeropuerto es una coladera".

Copia del Oficio Nº 563-2007-JOS/CR, del 19 SET 2007, conteniendo
información relacionada con la seguridad del Aeropuerto Internacional
Jorge Chávez.

6. Copia de la publicación efectuada en la Revista Caretas Nº 2056,
del 08 DIC 2008, titulado: "MENU BLANCO.- Narcotráfico: Insólito
hallazgo de cocaína en carrito de comida a punto de
embarcar".

7. Copia de otra publicación del 07 SET 2008, titulada: "Controles y
coladeras del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. Dirandro tiene
limitaciones de acceso a diversas zonas controladas por LAP".

8. Inspección Ocular (inmediata) en todos los ingresos al aeropuerto,
para constatar la vulnerabilidad y nulo control policial e
inexistencia de equipos de rayos X para detección de drogas.

ANEXOS:

1-A : Copia simple de mi documento de identidad.

1-B : Transcripción de reportaje del programa de TV "Cuarto Poder"del
Canal 4-TV. (Va en 6 folios).

1-C : Disco DVD con audio-video del referido programa de televisión.

1-D : Publicación del Diario La Primera, del 27 NOV 2008.

1-E : Copia de la publicación del Diario Expreso del 04 NOV 2008, (2 folios).

1-F : Copia del Oficio Nº 563-2007-JOS/CR, y anexos. (Va en 17 folios)

1-G : Copia de publicación de la Revista Caretas Nº 2056, del 08 DIC
2008, (2 folios).

1-H : Copia de publicación del 07 SET 2008, (Va en 4 folios).

Por tanto:

Pido a Ud. se sirva tener por interpuesta la presente denuncia y
tramitarla de acuerdo a su naturaleza.

Lima, 08 de diciembre del 2008.

¡Atentos a la historia, las tribunas aplauden lo que suena bien!

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Friday, December 12, 2008

Hipocresía: madrastra y tutora

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
7-11-2007

Hipocresía: madrastra y tutora

Una tara congénita acompaña al peruano: su infinita capacidad de
disimular la estafa, premiar al delincuente y llamar blanco a lo
negro, perfumado a lo pestilente. Cuando, pocas horas atrás, se
notició al país de la "devolución" de Chile de una parte de lo robado
en 1881, en libros, que sólo a bárbaros puede parecer botín de guerra,
casi la unanimidad de infelices que funge de periodistas,
diplomáticos, gobernantes y demás etcéteras, se inhibieron de llamar a
las cosas por su nombre: ¡eso fue un asunto de simple, vulgar y
degradante latrocinio, nada más!

Entonces los embajadores y ujieres tan afectos a un lenguaje hipócrita
y perdedor (Cancillería y no la selección de fútbol se lleva las
palmas en cuanto a instituciones deprimentemente ineficaces, torpes y
pusilánimes) han orlado y emperifollado la fiesta que para el país del
sur, perpetúa su agresiva intromisión acostumbrada, siempre de la mano
de nativos pro domo sua, quintacolumnas oficiosos y funcionales. No
faltan intelectuales indecorosos que de historia nada saben y si
entienden lo hacen para ocultar y salvaguardar la propina mensual que
les pagan para amordazar sus complacientes inteligencias. También
hipócritas.

En lugar de analizar con fría objetividad del porqué del cuasi secreto
sobre una devolución al "caballazo" (peruanismo que denota cirugía sin
anestesia) de libros robados y el sigilo misterioso para no dar cuenta
al público de qué se tratan todos estos arcanos, el país se entera del
hecho consumado. Las mentes abogadiles (curas y legos hicieron de este
país lo que es) ya están pensando en recursos, hábeas data y demás
adefesios, pero sin embargo eso puede tomar años, tantos que nadie se
acordará, al día siguiente de su mínima importancia. Decía que,
prescindiendo de la exégesis rigurosa por la cual y en qué contexto
Chile devuelve una ínfima parte de lo que se robó en la guerra de
1879-1883, una gavilla de estúpidos inflama el pecho y otorga loas,
zalemas y felicita el contrabando.

Aquí en este asunto de historia hay quien desea el olvido y el manto
de supuesto perdón que otorgan los años sobre las barbaridades en que
incurrieron en esa época. Hay "historiadores" que "trabajan" para
hacer libros escolares conjuntos que "complejicen" (es decir, que
borren el paso de los hunos) y digan que no ocurrió lo que testimonios
dan como acontecido. Claro que todos aquellos participan de la torta
en nombre de la integración. ¿Desde cuándo esa dinámica social
inevitable, abarca la traición sucia y la adecuación, en favor del más
poderoso, de los hechos a la carta? Estos historiadores por demanda
son parte de la quintacolumna tradicional que ha existido en Perú.

Nótese, con claridad meridiana que el problema nunca fueron Chile o
los chilenos. Ellos hacen lo que en su concepción geopolítica les
parece lo más correcto. Obvio es que las demostraciones de que no
pararon en mientes, está en 1836-39 y 1879-83 y en adelante, porque
simplemente actuaron por la razón o la fuerza. La imbecilidad aquí
ambiente no comprendió esa actitud y se hundió en la mediocridad
contemplativa y en la muelle observancia que a la postre arruinó al
Perú. Dentro de esas taras, qué duda cabe, la hipocresía constituyó
una de las más aberrantes dolencias, pasada y presente.

Pruebas incontestables. Días atrás, el canciller José García Belaunde,
hombre notable por varias cosas: por pasar los 2 mts. de altura;
porque se enteró, ya añejo, sobre los asuntos de límites con Chile,
sin perjuicio que alguna vez comparó lo usurpado por el país del sur
en el Mar de Grau, con su chacra (dicho sea de paso, ello ilustra con
potente convicción la capacidad intelectual del sujeto); sostuvo en
entrevista en La Tercera que había la posibilidad de una consulta de
Chile al Perú si otorgaba este país a Bolivia salida al mar por el
norte de Arica. Nadie, con la modestísima, insuficiente e indignada
protesta de quien esto escribe, ha puesto el grito en el cielo por una
traición que contraviene el Tratado y Protocolo Complementario del 3
de junio de 1929 ¡realmente repugnante! La hipocresía hace meter a
todos el cuello bajo tierra.

Ayer mismo noticié acerca de esas rebajas de aranceles que están
amenazando la estabilidad y vida futura de una empresa limeña que da
trabajo a 600 peruanos porque otra firma extranjera estaría lista a
llegar con precios más baratos y así, con la quiebra de la actual,
comprar a barrer lo que quede y ¡nadie se da por enterado! ¡Cómo si
destruir al Perú constituyera un deporte inacabable! Este país es tan
pero tan rico, que avalanchas de delincuentes le han robado y
maltratado. Pero aún sigue otorgando sus ubérrimas dotes naturales.

La hipocresía, madre y maestra inconveniente y hasta enemiga, recaló
en Perú, se metió en su alma colectiva y no hay organismo que pueda
escaparse a su influjo nocivo, canceroso, auto-destructor. Se es tan
hipócrita en Perú que ni siquiera se admite la peligrosidad involutiva
a que nos está llevando el fenómeno disolvente. Y, por cierto, para
alegría de otros que adquieren barato, muy barato a los indignos que
siempre ruegan porque los compren. ¡Allá ellos!

Recordemos con González Prada:

"Porque en todas las instituciones nacionales y en todos los ramos de
la administración pública sucede lo mismo que en el Parlamento: los
reverendísimos, los excelentísimos, los ilustrísimos y los useseñorías
valen tanto como los honorables. Aquí ninguno vive su vida verdadera,
que todos hacen su papel en la gran farsa. El sabio no es tal sabio;
el rico, tal rico; el héroe, tal héroe; el católico, tal católico; ni
el librepensador, tal librepensador. Quizá los hombres no son tales
hombres ni las mujeres son tales mujeres. Sin embargo, no faltan
personas graves que toman a lo serio las cosas. ¡Tomar a lo serio
cosas del Perú!

Esto no es república sino mojiganga."

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Thursday, December 11, 2008

¡A privatizar se ha dicho!

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
11-12-2008

¡A privatizar se ha dicho!

"De regreso de un viaje a Bolivia y Argentina mis cuñados María y
Javier traen el periódico Clarín del 30 de agosto. En él viene la
noticia de que va a ser presentada al Parlamento peruano una nueva Ley
de Turismo que contempla la posibilidad de entregar la explotación de
zonas arqueológicas importantes como Machu Picchu y la ciudadela
preincaica de Chan Chan, a empresas privadas mediante concurso
internacional.

Clarín llama a esto "la loca carrera privatista de Fujimori". El autor
de la propuesta de ley es un tal Ricardo Marcenaro, Presidente de la
Comisión de Turismo, Telecomunicaciones e infraestructura del Congreso
peruano, que alega lo siguiente: "En vista de que el Estado no ha
administrado bien nuestras zonas arqueológicas ¿qué pasaría si las
otorgáramos a empresas especializadas en esta materia que vienen
operando en otros países con gran efectividad?".

A mí me parece bien. Que se privatice Machu Picchu, que se privatice
Chan Chan, que se privatice la Capilla Sixtina, que se privatice el
Partenón, que se privatice Nuno Gonçalves, que se privatice el
Descendimiento de la cruz de Antonio de Crestalcore, que se privatice
el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela, que se privatice la
cordillera de los Andes, que se privatice todo, que se privatice el
mar y el cielo, que se privatice el agua y el aire, que se privatice
la justicia y la ley, que se privatice la nube que pasa, que se
privatice el sueño sobre todo si es diurno y con los ojos abiertos. Y
finalmente, para florón y remate de tanto privatizar, privatícense los
Estados, entréguese de una vez por todas la explotación a empresas
privadas mediante concurso internacional. Ahí se encuentra la
salvación del mundo... Y, metidos en esto, que se privatice también la
puta que los parió a todos". (José Saramago, Premio Nóbel de
Literatura 1998, tomado de "Cuadernos de Lanzarote", setiembre 1,1995)
http://www.lafogata.org/peru/peru2.htm

El principio es el mismo: ¡cómo no se usa, entonces que se privatice y
que las rentas sean bienvenidas! No ha mucho Collique, donación
intocable que ha sido rematada por el presente régimen. Ahora un
sector del Cuartel General del Ejército. Causa alguna gracia fúnebre
que el ministro de Defensa, Antero Florez Aráoz pretenda hacer humor
de las prácticas militares que sirven ¡precisamente! para todos los
conceptos integrales de defensa. No es su fuerte y de eso hay
múltiples evidencias.

Entonces entran en cuestionamiento profundo múltiples sitios en la
capital y el resto del país. Por ejemplo ¿qué hacemos con esos
terrenos –llamados reductos- en la Av. Benavides y en Angamos que son
el monumento a la estupidez más sublime de que hiciera gala el
dictador de opereta Nicolás de Piérola con sus botas a la federica y
que, según él, debieron haber servido para defender a la capital de la
invasión chilena de enero de 1881? En términos francos, aquellas
trincheras son la ridícula expresión de ineficiencia de un alucinado y
un traidor. La historia da cuenta tremebunda de cómo las hordas
invasoras degollaron a su paso a los que encontraron y cómo es que
patotas enteras de oficiales y capitanes de guerra hicieron grupas y
se fueron de los escenarios de combate ¡sin dar una sola orden! salvo
aquella que determinó el desconcertante rompan filas de miles que no
dispararon un solo tiro.

Y lo antedicho sólo para enunciar un par de ejemplos.

Años atrás, ante un asombrado auditorio obrero en Talara, la brillante
ceramista y combativa dama Roxana Cuba recordó las filudas expresiones
de José Saramago; luego del azoramiento inicial que duró poquísimos
segundos, reiteradas salvas de aplausos premiaron la intervención de
la artista. Fue un instante de emoción y también de reflexión y
recuerdo lo que dijo un trabajador de hidrocarburos con franqueza y
humor regional: "habla fuerte la señora y es decente".

¿Cuánta diferencia hay hoy con el palurdísimo utilitarismo que empleó
el fujimorismo delincuencial? Apenas milímetros si es que pueden ser
ellos patrón de cualquier referencia. Basta con recordar cuanto dijo
el portugués para darnos cuenta cómo y por dónde va la involución.

¡Atentos a la historia, las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder, el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!

¡Sólo el talento salvará al Perú!

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Wednesday, December 10, 2008

La guerra de rapiña de 1879

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
10-12-2008

La guerra de rapiña de 1879
Lo que nos sucedió y nunca más debe sucedernos
por Jesús Lazo Acosta; pp. 71-83
Lima, agosto 2008, Digital Press EIRL.

V

GUERRA CONTRA LA CONFEDERACIÓN PERÚ-BOLIVIANA
Introducción

«La posición de Chile frente a la Confederación Perú-boliviana, según
Diego Portales a Blanco Encalada en 1836, es insostenible. No puede
ser tolerada ni por el pueblo ni por el Gobierno porque ella
equivaldría a su suicidio».

«La Confederación, expresó más adelante Portales, debe desaparecer
para siempre jamás del escenario de América».

Independientemente de la parte que, de modo legítimo, corresponde a
Portales en la guerra contra la Confederación, según él, por motivos
nacionalistas y por la búsqueda del equilibrio en la balanza del Poder
en el Pacífico Sudamericano, no debe ser omitido el influjo caraqueño
de Andrés Bello, consejero del Gobierno chileno en asuntos
diplomáticos. En sus Principios de Derecho Internacional escribe él
que la guerra era justificable cuando surgía para cualquier Estado un
vecino ambicioso y peligroso.

Por otro lado, mientras se preparaba a las tropas que debían invadir
al Perú, un motín estalló en el acantonamiento de Quillota. Fue
apresado el Ministro Portales, de visita en ese lugar el 3 de junio de
1837, antes de incorporarse a la expedición. Quedó firmada entonces un
Acta adversa a la guerra inminente, obra forzada más bien por la
intriga que por el noble deseo de reparar agravios a Chile, pues (...)
se debería procurar primeramente vincularlos con los medios incruentos
de transacción de paz a que aparece dispuesto el mandatario del Perú.
El motín fracasó aunque los sublevados asesinaron a Portales.

Interesante y de justicia resulta recordar que, el 10 de marzo de
1840, la Cancillería chilena rechazó la oferta del Presidente del
Ecuador, General Juan José Flores, de dividir y de mutilar el Perú.
Claro está que, al mismo tiempo, se opuso vigorosamente al
desmembramiento de Bolivia por acción peruana o unificación del Alto y
del Bajo Perú emanada de éste.

Justificando una no difundida versión de la forma en que ya estaba
manifestada la animadversión de Diego Portales contra el Perú,
Benjamín Vicuña Mackena encuentra, en el copioso archivo de O'Higgins
y Portales, la forma que éste planeaba la guerra al Perú antes de la
Confederación Perú-boliviana. En carta de 2 de setiembre de 1832
fijaba, el inspirador omnipotente de la política chilena, el plazo de
un año y medio «para irse sobre el Perú con un ejército», como es de
verse en Introducción a la Historia de los 10 años de la
Administración Montt.

Aún en 1833, recuerda Basadre en La Iniciación de la República,
Casimiro Olañeta, diplomático boliviano, conversaba con Portales, que
era ya Ministro, sobre la posibilidad de formar una Alianza ofensiva
entre Bolivia y Chile contra el Perú. Esta obsesión de Portales,
señala nuestro ilustre historiador, tiene una importancia decisiva
para conocer los antecedentes de la guerra entre Chile y la
Confederación Perú-boliviana.

No obstante la actitud chilena contra la Confederación y los esfuerzos
de la Diplomacia chilena para dirigir la política internacional
peruana cuando el Perú enfrentó y rechazó la agresión española en 1866
por la ocupación de las islas de Chincha y su mantenimiento
indefinido, venciendo el 2 de mayo en el ataque al Callao, cuyo
resultado determinó la partida de la escuadra española de los mares
del Pacífico Sur; en grave error internacional de nuestra historia, el
Perú mantuvo, sin justificación, la imprudente alianza suscrita con
Bolivia sin que ésta fuera simultáneamente concertada con la Argentina
como estaba prevista.

Aunque el Perú acreditó en la guerra una línea de abnegación y honor,
no puede perdonársele la imprevisión: no haberse preocupado de armar
al país, de mantener la superioridad naval sobre Chile; e, insistimos,
haber pactado la alianza con Bolivia que sirvió de pretexto al
adversario para una guerra de la que nuestro país resultó desmembrado.

Como un medio capaz -de los terrenos diplomático, político y militar-
de detener la presunta y temida acción agresiva y beligerante chilena,
el Perú concibió buscar, como posibilidad disuasiva, la adhesión de la
República Argentina a la Alianza Perú-boliviana.

Para Ulloa, el inolvidable ex-Canciller de la República, tal adhesión,
por su finalidad y su evidente eficacia, resultaba pues una condición
sine qua non para el mantenimiento de la alianza y, desde luego, para
su validez efectiva.

A pesar de la importancia del presente aserto, cuando hoy el Perú
estigmatiza a sus Fuerzas Armadas, y sus gobiernos, neciamente,
propugnan el desarme total con inadvertencia de que un país desarmado
no es una garantía de paz sino una presa apetecible, tanto o más
importante resulta recordar a don José de la Riva Agüero que, en 1913,
expresó: «No nos perdimos por audaces ni por cavilosos; nos perdimos
por confiados e ingenuos; por creer que los convenios diplomáticos, el
aparato de las alianzas o los meros sustitutos de intervenciones y
mediaciones, podían suplir la efectiva e insustituible garantía de las
armas».

Internacionalista Alfonso Benavides Correa


1. Origen de la Confederación Perú-boliviana

Los territorios que forman las actuales repúblicas del Perú y Bolivia,
durante centurias integraron los imperios del Tiahuanaco primero y del
Tahuantinsuyo posteriormente. De igual manera, Bolivia con el nombre
de Charcas o Alto-Perú estuvo durante más de dos siglos dentro del
Virreynato del Perú. Estos antecedentes hacen suponer que su
hermandad, tal vez, data de milenios. Y esto se explica fácilmente,
por la vecindad geográfica que tienen, su entroncamiento con la
Cordillera de los Andes, el gran lago que comparten y los ríos que
bañan sus planicies.

Estos accidentes naturales hicieron inevitable la fusión de razas, los
lazos de sangre, hablar el mismo lenguaje, el intermedio de productos
naturales y artesanales. Por tanto, poderosas razones de orden
económico les hicieron compartir costumbres y cargar con los defectos
y virtudes que caracterizan a sus pobladores. Todo lo cual haría que
se amaran u odiaran, que se separaran cuando sus hombres lo decidieran
o que quisieran reunirse cuando se necesitaran otra vez; es decir,
pueblos hermanos, para pelear o marchar juntos.

En 1835 hacía apenas 10 años que se había realizado la independencia
de Bolivia, por decisión de una minoría de doctores en Chuquisaca y la
protección de un caudillo excepcional, pero extranjero, y en cierto
modo interesado en limitar el poder del Perú. Nada sorprendente fue
que otro caudillo, mitad peruano mitad boliviano, deseara reunir a las
dos naciones para formar una sola, grande como lo fuera en el pasado.

Había razones de peso actualizadas por vecino ambicioso que eran una
amenaza para ellas. Brasil y Argentina despegaban cuan fuertes son en
su desarrollo, y Chile trataba de conseguir la hegemonía en el
Pacífico. Unirse era lo indicado para defenderse de contingencias.

El proyecto de Confederación tenía partidarios y adversarios en el
Perú y en Bolivia. Las figuras principales eran los presidentes de
ambas naciones y algunas figuras políticas importantes; como por
ejemplo el Presidente del Congreso del Perú, Arzobispo Javier
Francisco Luna Pizarra, y muchos de los parlamentarios que lo
acompañaban. En Bolivia, los más entusiastas eran los partidarios de
Santa Cruz, complacidos por la buena administración de su largo
gobierno. Sin embargo, debían realizarse asambleas regionales, una en
el Estado Nor-Peruano, constituido por los departamentos de Amazonas,
Huaylas, Junín, La Libertad y Lima. Otra en el Estado Sur-Peruano, que
comprendía Arequipa, Ayacucho, Cusco y Puno. La tercera en Bolivia
misma. Así en los primeros días de agosto de 1836 quedó,
prácticamente, constituida la Confederación Perú-boliviana, con sus
tres Estados asociados, bajo un Gobierno Central que presidía el
Mariscal Andrés de Santa Cruz y con bandera común a todos ellos.

2. Primera invasión: agosto 1836

Ya en 1832 el furibundo gobernador de Valparaíso, Diego Portales,
había dicho que era necesario «irse sobre el Perú con un ejército»; de
modo que, cuando Santa Cruz delineó una nueva política comercial
declarando puertos libres a Cobija, Arica, Callao y Paita, y puso
derechos adicionales a los productos que hubieran pasado por otros
puertos del Océano Pacífico, no tuvo límites la ira del Ministro
Portales. Fue entonces cuando Portales decidió imponer «por la fuerza»
lo que no podía lograr por derecho, para lo cual tomó como pretexto un
incidente secundario para escudar sus verdaderas intenciones.

Las relaciones entre el Perú y Chile no se habían roto, se mantenían
cordiales. Pese a esto, la escuadra chilena se movilizó
subrepticiamente hacia el Perú. El bergantín «Aquiles» y la goleta
«Colocolo» llegaron al Callao la mañana del 21 de agosto de 1836,
presentándose en plan amistoso, por lo que las autoridades peruanas
los recibieron con inocente cordialidad. Pero en la noche del mismo
día, sigilosa y traicioneramente, se apoderaron de tres buques de la
escuadra peruana. Estos buques eran la «Santa Cruz», la «Arequipeña» y
la goleta «Peruviana», a los que de inmediato pusieron tripulación
chilena. A la mañana siguiente se iniciaron las negociaciones con la
intervención del Cónsul inglés en Lima, llegándose a un acuerdo
mediante el cual los chilenos no harían nuevas presas, llevándose las
tres capturadas a Chile hasta que se hiciera un arreglo definitivo.

El acuerdo mencionado se realizó entre el Jefe de la escuadra chilena,
el marino Victorino Garrido, y Santa Cruz, quien en todo momento
trataba de no entrar en guerra. Este acuerdo no fue aprobado por Diego
Portales, pues su objetivo era otro. Chile envió nuevamente su
escuadra al Callao el 30 de octubre, trayendo como su embajador a
Mariano Egaña. La misión de éste era terminante y no aceptaba
alternativa: exigir la destrucción de la Confederación Perú-boliviana.
Siempre con su posición conciliadora, Santa Cruz intercambió diversos
oficios, pero no hubo arreglo. Presionado por Portales, el Congreso de
Chile le declaró la guerra al Perú el 26 de diciembre de 1836.

Antes de esta declaración oficial, ya la escuadra chilena había
realizado operaciones que en el lenguaje internacional se denominan
claramente de piratería. Había dado sus zarpazos con la ventaja de la
sorpresa, amparándose en una hipócrita amistad.

En estas circunstancias, el resto de la escuadra peruana compuesta por
las fragatas «Congreso», «Yanacocha», y «Libertad», así como las
goletas «Junín» y «Limeña» recibieron orden de reunirse en Paita; pero
la «Libertad» que había arribado a Guayaquil después de un largo
viaje, tuvo que completar su tripulación con franceses y ecuatorianos,
sin saber que a éstos los había sobornado Chile. Ya en alta mar una
sublevación premeditada hizo arriar la bandera del Perú para
reemplazarla por la de Chile, y poner rumbo a Valparaíso donde llegó
el 9 de diciembre de 1836.

El almirante chileno Manuel Blanco Encalada perseguía a la «Congreso»
que se había refugiado en la ría de Guayaquil. Los chilenos sin
respetar la neutralidad ecuatoriana desembarcaron en la isla de Puná
para poder capturarla, pero la nave peruana logró escapar. De regreso
de Guayaquil, Blanco Encalada cometió todo género de abusos en Tumbes
y Paita, comportándose como un verdadero delincuente, y, finalmente,
capturó en Cerro Azul al mercante peruano «Martín» con sus bodegas
repletas de azúcar. Después de haber realizado estos escandalosos
excesos, antes de la declaratoria de guerra de Chile al Perú, el
Almirante chileno Manuel Blanco Encalada retornó a su país dejando el
recuerdo de su prepotencia, abuso y espíritu de rapiña.

Conviene copiar a continuación la narración que hizo el escritor
chileno Benjamín Vicuña Mackenna de este inicuo procedimiento:

«El mismo día 13 de agosto de 1836, en que la 'Monteagudo' ponía su
proa al sur de la rada de Valparaíso, para ir a capturar el bergantín
'Orbegoso' y sus tripulantes en las aguas de Chiloé, el bergantín
"Aquiles" y la goleta "Colocolo" se dirigían con rumbo opuesto hacia
el Callao. ¿A qué iban?

A consumar uno de los actos más odiosos que se registran en los anales
de nuestras repúblicas (...) El jefe de aquel crucero había recibido
la comisión secreta de apoderarse de golpe de mano de todos los buques
pertenecientes al Perú que encontrase en las aguas de aquella
república y los condujera en rehenes a los puertos chilenos. Victorino
Garrido había llegado al Callao el 21 de agosto a las 9 a.m. de 1836 y
mandó pliegos a su Cónsul Lavalle, quien no tardó en ir a bordo de la
"Aquiles".

El comisionado Garrido ofreció saludar su plaza y después de visitar
al comandante de marina, pasó a cerciorarse del estado indefenso de la
escuadra peruana, para dar un ataque nocturno, sobre seguro, que
meditaba. La escuadra peruana se componía de la barca 'Santa Cruz', el
bergantín 'Arequipeña' y la goleta 'Peruviana'. Los otros buques
'Libertad', ' Yanacocha' y 'Limeña', estaban en el mar, de servicio».

Vickuña Mackenna termina su relato: «A las dos de la mañana aquel
deshonroso atentado, que entonces se celebró como una proeza heroica,
estaba cometido, y el emisario de Chile se hallaba en el caso de
volver ufano con su presa a presentarla como prenda de seguridad a las
inquietudes de sus comitentes» (44).

3. Segunda invasión: setiembre 1837

Portales comenzó a preparar una expedición militar contra el Perú,
contando con la colaboración de los peruanos que se encontraban
emigrados en Chile, a quienes engañó. El grupo más importante era el
formado por Gamarra y La Fuente, después de haberse reconciliado; otro
grupo lo conformaban el aristócrata Felipe Pardo y Aliaga y el coronel
Manuel Ignacio de Vivanco. Portales se había hecho «amigo» de todos
ellos, a fin de utilizarlos a favor de Chile, y ellos cayeron en su
juego, ingenua e inconscientemente.

Gamarra tenía en Chile un agente de apellido Bujanda, quien realizó
grandes esfuerzos por acumular material de guerra para la expedición
contra Santa Cruz. Un día hastiado por lo que veía en contra del Perú
exclamó: «Nada con ellos, ni la gloria». Y acto continuo se embarcó al
Perú y reveló a Santa Cruz el plan acordado con Portales sobre la
expedición que se preparaba para la invasión del territorio peruano.

Por otra parte, Chile trataba de envolver a la Argentina y al Ecuador
contra el Perú, de paso también contra Bolivia, aun cuando no se
desarrollarían operaciones bélicas dentro del territorio de ese país.
En Argentina gobernaba el tirano Juan Manuel Rosas, quien tomando como
pretexto un diferendo de límites con Bolivia, declaró la guerra a la
Confederación Perú-boliviana el 7 de mayo de 1837. Chile trató de
seducir al Ecuador, pero allí el presidente Vicente Rocafuerte con una
ponderada actitud evadió el compromiso.

En junio de 1837 estalló un motín en el campamento de Quillota (Chile)
que visitaba el ministro Portales, a consecuencia del cual éste
resultó apresado. En un enfrentamiento con tropas leales al gobierno,
el oficial rebelde que conducía preso a Portales, lo fusiló sin más
trámite.

Santa Cruz creyó oportuno reanudar las gestiones de paz, pero fue
rechazado otra vez, pues ya la «doctrina Portales» había prendido en
la población y sobre todo en las fuerzas armadas de Chile. Por tanto,
los preparativos de la expedición continuaron pese a la muerte de
Portales. Una división de tres mil hombres debidamente equipada, al
mando del almirante Blanco Encalada, desembarcó en Islay, llegando a
ocupar Arequipa el 12 de octubre de 1837 con el irónico nombre de
«expedición restauradora».

Antes de su muerte, el ministro Diego Portales había dado
instrucciones precisas a Blanco Encalada, algunos de cuyos párrafos
son los siguientes: «Va usted, en realidad, a conseguir con el triunfo
de sus armas la segunda independencia de Chile (...) La posición de
Chile frente a la Confederación Perú-boliviana es insostenible. No
puede ser tolerada ni por el pueblo ni por el gobierno porque ella
equivaldría a su suicidio. No podemos mirar sin inquietud y la mayor
alarma la existencia de dos pueblos confederados y que, a la larga,
por la comunidad de origen, lengua, hábitos, religión, ideas,
costumbres, formarán, como es natural, un solo núcleo. Unidos estos
dos Estados aun cuando no sea más que momentáneamente, serán siempre
más que Chile en todo orden de cuestiones y circunstancias. En el
supuesto de que prevaleciera la Confederación a su actual organizador
y ella fuera dirigida por un hombre menos capaz que Santa Cruz, la
existencia de Chile se vería comprometida (...). La Confederación debe
desaparecer para siempre jamás del escenario de América (...). Por su
extensión geográfica; por su mayor población blanca; por las riquezas
conjuntas del Perú y Bolivia apenas explotadas ahora; por el dominio
que la nueva organización trataría de ejercer en el Pacífico,
arrebatándonoslo; por el mayor número también de gente ilustrada de
raza blanca muy vinculada a las familias de España que se encuentran
en Lima; por la mayor inteligencia de sus hombres públicos, si bien de
menos carácter que los chilenos; por todas estas razones, la
Confederación ahogaría a Chile antes de muy poco (...). Debemos
dominar para siempre en el Pacífico; esta debe ser su máxima ahora y
ojalá fuera la de Chile para siempre» (45).

Bajo las bayonetas chilenas del almirante Blanco Encalada se convocó
al pueblo arequipeño, que acudió en pequeño número, para realizar la
comedia de proclamar al general peruano La Fuente como Jefe Supremo
Provisorio de la República, el que había venido desde Chile con el mal
llamado «Ejército Restaurador del Perú».

La situación de los invasores se hacía cada vez más difícil por la
hostilidad de la población arequipeña y el sabotaje en el suministro
de alimentos, mulas, arrieros y todo cuanto necesitaban; agravado por
la presencia en los alrededores de un disciplinado ejército
confederado de más de 5.000 hombres al mando del mismo Santa Cruz.

Como para rematar la crítica situación de los chilenos, Santa Cruz
hizo bajar desde Lima otra división al mando del general Vigil, con el
objeto de cortar la retirada de Blanco y las comunicaciones con su
escuadra que estaba distribuida en Islay, Quilca y otras caletas.
Blanco Encalada había caído, pues, en su propia trampa.

El ejército confederado avanzó hacia Arequipa y se ubicó en el
distrito de Paucarpata, muy cercano a la ciudad misma. En ese momento
ya los invasores estaban vencidos y Santa Cruz en vez de liquidarlos
por el agravio que habían cometido contra el Perú violando su
territorio, les abrió los brazos en un gesto fraterno y, al mismo
tiempo, suicida para firmar el Tratado de Paucarpata el 17 de
noviembre de 1837, bajo la garantía de un representante del gobierno
de Inglaterra.

4. Tercera invasión: agosto 1838

Los chilenos, con su reconocida astucia y acostumbrado engaño, habían
entablado negociaciones con Orbegoso haciéndole creer que su nueva
expedición no era contra el Perú sino contra Santa Cruz. Así, Orbegoso
para impedir el desembarco chileno expidió un decreto segregando el
Estado Nor-Peruano de la Confederación y confió que los invasores no
se hicieran presentes en Lima ¡Cuan poco conocía a los chilenos!.
Entre el 7 y 8 de agosto de 1838 la expedición chilena al mando del
general Manuel Bulnes desembarcó en Ancón para eludir los cañones de
los castillos del Callao. Orbegoso protestó puesto que Lima que
formaba parte del Estado Nor-Peruano ya no pertenecía a la
Confederación, pero Bulnes no hizo caso. El Perú como tantas veces en
su historia -dice Emilio Luna Vegas-, estuvo desarmado tanto naval
como militarmente después del tratado de Paucarpata. Otro grave error
de Santa Cruz, que habría de lamentar mucho.

El gobierno de Chile confirmando su rechazo por el Tratado de
Paucarpata, en los primeros días de enero de 1838, envió cinco barcos
de su escuadra que se presentaron en Islay para apoderarse de los tres
buques de guerra peruanos que se encontraban allí. Felizmente, ya los
peruanos tenían experiencia sobre la felonía de los chilenos, por lo
cual el «Junín», el «Fundador" y la «Socabaya» pudieron defenderse
virilmente rechazando a los atacantes chilenos, quienes desistieron de
su empeño.

Otra proeza marítima chilena. Como se recordará, la «Peruviana» había
sido capturada por los chilenos en la primera invasión de 1836; pero,
de acuerdo con el Tratado de Paucarpata, se la devolvió al Perú en el
puerto de Pisco en diciembre de 1837. Luego se la llevó al Callao,
pero con el generoso estilo peruano, se le dejó su tripulación chilena
hasta que el tratado fuera ratificado. Mas el 3 de enero de 1838,
cuando la goleta se encontraba aprovisionada abundantemente por la
hospitalidad peruana, levó anclas y se fugó en dirección Sur. La
oportuna intervención de la corbeta peruana «Confederación» pudo
reducirla en alta mar y obligarla a renunciar a un nuevo acto de
traidora piratería chilena.

Cuando Orbegoso comprendió, por fin, que era imposible entenderse con
el chileno Bulnes, organizó sus fuerzas militares con los generales
Moran y Nieto para enfrentar a los «segundos restauradores». El choque
de ambas fuerzas se produjo el 21 de agosto de 1838 y se conoce como
la batalla de Guía. Gracias a otra maña chilena, los «restauradores»
entraron en Lima el mismo día.

Como era su costumbre, los chilenos comenzaron a tomar de la ciudad
cuanto les apetecía, no solamente las provisiones. Un movimiento
popular proclamó al mariscal Gamarra como Presidente de la República,
a fin de contener el vandalismo chileno. La intención del pueblo fue
buena, pero en nada cambió las cosas, porque la ambición y la ceguera
de Gamarra lo permitía todo.

A pesar de tantas ventajas, la situación de los «restauradores» era
crítica en Lima, ya que existía un repudio general contra las pésimas
actitudes de los chilenos. Además, los fíeles guerrilleros de la
campaña de la independencia habían vuelto a ponerse en acción.

Santa Cruz venía del Alto-Perú, y una de sus avanzadas intentó
sorprender a los chilenos en Matucana, pero el aviso de un traidor lo
impidió. Bulnes y sus aliados desocuparon Lima el 8 de noviembre ante
la mirada impasible de Santa Cruz quien no quiso perseguir a los que
se retiraban. El tiempo ha probado que éste fue otro de los errores
que condujeron a Santa Cruz al fracaso.

5. Yungay: fin de la Confederación

Bulnes, Gamarra y Castilla permanecían en Caraz, mientras que Santa
Cruz llegó a Yungay y esperó el ataque del ejército «restaurador»
compuesto de peruanos y chilenos, mientras él los enfrentaría con el
ejército confederado formado por peruanos y bolivianos.

Era el 20 de enero de 1839 y se decidiría la suerte de la
Confederación Perú-boliviana fundada dos años antes. Bulnes ordenó un
ataque general contra las posiciones de Santa Cruz, mas se estrellaron
contra la resistencia de éstas, insistieron pero el ataque fracasó. En
tales circunstancias Bulnes ordenó la retirada de sus tropas, pero el
coronel Ramón Castilla se opuso a dicha disposición inculpando a
Bulnes con esta frase: «No hemos venido a correr». Castilla tomó el
mando de las fuerzas «restauradoras» que dio comienzo a la cuarta fase
de la lucha. Ante este nuevo ataque, Santa Cruz llamó a los batallones
bolivianos 1° y 2° que se encontraban en la reserva, pero éstos se
negaron a combatir e iniciaron la retirada. El desbande de los
confederados se hizo total. Las tropas chilenas de Bulnes dieron
muerte en el campo de batalla a 2 generales y 1.400 oficiales y
soldados, la persecución a los vencidos se hizo con ferocidad
increíble, los chilenos mataban a los heridos y prisioneros, sin
piedad. Después se dedicaron al saqueo de Yungay y pueblos vecinos. En
el manifiesto que posteriormente redactó Santa Cruz en Guayaquil,
dijo: «la mitad de los muertos fueron sacrificados lejos del campo de
batalla». Los métodos araucano-chilenos, que años después con
intensidad se repetirían, se pusieron entonces en evidencia en el
Perú.

Los vencedores de Yungay entraron a Lima entre aplausos. Los chilenos
permanecieron en el país, hasta que se les pagó el último centavo de
lo que cobraron, embarcándose de regreso a Chile, una parte en abril y
la otra en octubre de 1839. Dos años después Bulnes fue elegido
Presidente de su país, desde cuyo sitial seguiría su propósito de
conquistar territorio boliviano.

6. La intervención chilena en la Confederación Perú-boliviana

Con razón Emilio Luna Vegas escribe lo siguiente: «Los chilenos no
podían permitir un Perú grande o una Bolivia fuerte, mucho menos un
país tan extenso y potente como el que formaba la Confederación
Perú-Boliviana. De allí su empeño militar en destruirla antes que se
consolidara, lo que explica sus tres campañas entre 1836 y 1839; por
eso su afán posterior en debilitar, separadamente, a los países que la
integraron. Chile ha fundado su porvenir en el desmedro de sus
vecinos. Nunca se conformó con las propias fuerzas que la naturaleza y
la historia le señalaron. También ha tenido conflictos con Argentina,
y si no ha creado otros problemas es por falta de más vecinos. Lo
lamentable de aquel período es que peruanos y bolivianos cayeron en el
juego, dejándose frustrar su porvenir. La única victoria decisiva que
tuvo Chile en su cruzada contra la Confederación fue la batalla de
Yungay, que la ganó debido a la iniciativa oportuna de un coronel
peruano, con el apoyo de soldados y civiles peruanos. De no haber sido
así, le habría sido imposible seguir manipulando como lo hizo después
de aquel triunfo, que le sirvió de base para sus posteriores logros.
La destrucción de la Confederación reportó a Chile varias ventajas. La
primera fue la confirmación de su capacidad para lograr la hegemonía
en el Pacífico Sur. La segunda, el conocimiento profundo de hombres y
territorios peruanos lo que le daría superioridad en su próxima
agresión al Perú. La tercera puede considerarse el ínfimo costo en sus
campañas de invasión, pues Gamarra pagó la expedición de Bulnes y como
reclamaron el pago de 725.000 pesos por la fracasada expedición de
Blanco Encalada, también les fueron cancelados. Además, de su
irrupción pirata contra nuestros buques se recompensó con presas
obtenidas fácilmente. La cuarta ventaja es que consiguió un tratado
comercial con el Perú, que lo colocó en posición de nación más
favorecida, tan fue así que el trigo chileno entró a nuestro mercado
en mejores condiciones que las que tenía anteriormente. Finalmente,
desde aquel infausto momento comenzó a intervenir en forma '
imperativa' cuando la guerra del Perú y Bolivia en 1841, contra los
intentos de Santa Cruz para una reconquista, contra el propósito de
simple anexión del departamento de La Paz al Perú y en los conflictos
limítrofes del Perú con Ecuador y Colombia, colocado siempre entre
bambalinas. La derrota de Yungay marca un punto de partida que sirvió
para subordinarnos a la política expansionista chilena, sin que los
gobernantes peruanos posteriores pudieran ver el peligro (...) a
excepción del Gran Mariscal Ramón Castilla, que los conoció muy de
cerca» (46).

Tuesday, December 09, 2008

Constantes históricas en el comportamiento vecinal de Chile

Señal de Alerta
por Herbert Mujica Rojas
9-5-2005

Columnista invitado: Félix C. Calderón

Constantes históricas en el comportamiento vecinal de Chile
por Félix C. Calderón*

El teorema geopolítico que los peruanos deben tener siempre presente
es que Chile ha visto al Perú, históricamente, como su enemigo
natural. Y hacen muy mal los panegiristas del entendimiento y la
cooperación vecinal en olvidar, soslayar o edulcorar este hecho
irrebatible que es, además, inconmovible, por lo menos mientras siga
vigente la concepción del Estado-nación. No es esto, obviamente, un
reflejo de perdedor, como se ha atrevido a decir un peruano de última
hora, a causa sin duda de una reflexión indigesta provocada por su
conocimiento superficial de nuestra historia. No. Ese teorema fluye
fácilmente del análisis del comportamiento histórico de Chile con
respecto al Perú y nos da la pauta de cómo es menester actuar, porque
nunca es tarde, para que por fin podamos encarrilar las relaciones
vecinales sobre un terreno común de mutuo respeto y ventajas
recíprocas.

Antes y después de su existencia como república, Chile ha visto al
Perú como una amenaza y, por lo mismo, ha sabido encontrar su razón de
ser a sus expensas. Pero no ha sido el único. Simón Bolívar fue el
primero en trazar un designio geopolítico avieso contra el Perú,
epicentro ancestral de la gran nación andina (principalmente Perú,
Bolivia y Ecuador), usurpando Guayaquil y creando luego Bolivia. De
esta forma, fragmentó el espinazo andino y contrapuso por casi dos
siglos a sus pueblos. Años más tarde, el comerciante de Valparaíso,
Diego Portales, hizo el resto con un designio concordante, pero por el
sur, a fin de mantener la dependencia del comercio peruano de los
puertos chilenos. En suma, el Perú desde su nacimiento como república
tuvo que hacer frente al embate de dos pretensiones geopolíticas
adversas, por el norte y por el sur, además de la penetración
amazónica del imperio brasileño. Situación altamente desventajosa de
la que Chile supo aprovecharse con el tiempo para satisfacer sus
propias ambiciones.

La usurpación territorial a resultas de la guerra victoriosa que libró
Chile contra el Perú en 1879, con la interpósita acción de Bolivia y
ayudado por el comportamiento claudicante, como en 1837, de gran parte
de la casta política peruana, se tradujo en una serie de constantes en
su comportamiento bilateral, cuyos resabios aún se notan hoy en día.
Estas constantes en su comportamiento no son, por cierto, exclusivas
de Chile. En puridad, son patrones comunes de comportamiento que sigue
todo Estado agresor y usurpador, como se desprende de una rápida
ojeada a la historia universal, en la medida que se trata de preservar
lo usurpado y de erosionar cualquier intento de revancha. Es decir,
están signadas por la codicia y el miedo, y su lógica subyace siempre
en la fuerza, porque no hay otra forma de mantener lo ajeno. Por lo
mismo, no estamos hablando de un comportamiento malicioso estático,
sino dinámico, aunque en este caso siempre en función del Perú que
representa el peligro a conjurar y mediatizar.

Antes de concluir la paz con Bolivia y obsesionado por su flagrante
incumplimiento del Tratado de Ancón de 1883, Chile puso en marcha un
reprobable proceso de chilenización en las provincias cautivas de
Tacna y Arica con el deliberado propósito de expatriar o exterminar a
la heroica resistencia de los peruanos ligados ancestralmente a esos
territorios. Es decir, el usurpador efectuó el primer caso mundial de
"political cleansing" en el siglo XX. Convergentemente, prejuzgó la
solución al problema que generaban esas provincias cautivas,
disponiendo de manera arbitraria el trazado del ferrocarril Arica-La
Paz, sin parar mientes en usurpar para ese efecto una porción de la
provincia de Tarata que no tenía por qué ser parte de la ocupación
chilena, tal como lo revelo en mi libro "El Tratado de 1929. La otra
historia." En fin, para ser breve, instigó la rivalidad del Ecuador y
Colombia hacia el Perú mediante la venta subrepticia de armas y
acuerdos secretos con esos países, en su afán de debilitar el accionar
diplomático del Perú que tenía, también, que hacer frente por el norte
a pretensiones amazónicas desmedidas por obra de Bolívar, sin contar
la competencia por el Acre.

Una vez que suscribió la paz con Bolivia en 1904, Chile se aprovechó
del entredicho con el Perú que provocó Bolivia al rechazar el laudo
arbitral del presidente argentino Figueroa Alcorta, para azuzar a ese
país a la guerra e inclusive venderle armas. Por cierto, ayudaba
indirectamente a esta manipulación interesada del vecino del sur el
hecho que el Perú accediera al siglo XX con una casta política
visiblemente mediocre e incapaz de poner fin al desgobierno y de
acometer con resolución la solución definitiva de algunos de los
diferendos limítrofes que se mantenía con los cinco países
fronterizos.

Cuando el presidente Augusto B. Leguía, el único estadista que ha
tenido realmente el Perú con prescindencia de sus maneras
dictatoriales, zanjó definitivamente en setiembre de 1909 las
fronteras con Brasil y Bolivia, tras una faena negociadora histórica
de tres semanas, la diplomacia chilena buscó arrinconar al Perú
exacerbando otra vez las pretensiones de Ecuador y Colombia, mientras
se esforzaba inescrupulosamente por consolidar sus posiciones en Tacna
y Arica. Basta traer a colación en abono de este aserto la tensión
bélica que vivió el Perú en la segunda década del siglo XX, en el
frente amazónico, con incidentes como el de "La Pedrera", o la ruptura
de relaciones diplomáticas y consulares con Chile, entre otros. Mas,
fue otra vez Leguía quien logró romper la secular inteligencia
colombo-ecuatoriana con el Tratado Salomón-Lozano, cuyo efecto
inmediato fue malquistar entre sí a esos dos países que en 1916 se
habían repartido a su regalado gusto la margen izquierda del río
Marañón-Amazonas, disponiendo sin ir muy lejos de la precaria posesión
peruana en Leticia. Asimismo, fue Leguía quien zanjó en 1929 de manera
definitiva la dolorosa cuestión de las provincias cautivas, logrando
el regreso de Tacna a la heredad nacional, aunque parcialmente
mutilada por culpa de la propensión usurpadora de los chilenos, como
lo prueban las azufreras de Tacora, ahora en poder de Chile y
arrancadas al Perú en la hora undécima.

A partir de ese momento, 1929, reducidas las aristas de confrontación
del Perú, el interés de la diplomacia chilena se centró, como es
lógico suponer, en soliviantar al Ecuador, único país con el cual el
Perú mantenía un diferendo limítrofe, como mejor manera de complicar
el accionar diplomático de Torre Tagle que debía, además, procurar la
plena y satisfactoria ejecución del Tratado Rada Gamio-Figueroa
Larraín. Tras el conflicto del Zarumilla en 1941 y producido el cese
de fuego, como lo detallo en mi libro "La negociación del Protocolo de
1942: mitos y realidades," la diplomacia chilena buscó afanosamente
con el apoyo del Ecuador, sumarse al trío de Estados (Argentina,
Brasil y Estados Unidos) que por años venían ejerciendo sus buenos
oficios para resolver la controversia limítrofe. No fue, dentro de
este contexto, un gesto altruista ni desinteresado de Chile; sino una
previsible maniobra, íntimamente ligada a sus pretensiones portuarias
en el Pacífico (no obstante mediar condiciones geográficas adversas)
que lo obligaban a poner cortapisas a la ejecución del artículo 5°
relacionado con el muelle de atraque a favor del Perú para así reducir
a la nada la ventaja arrancada por Leguía al final de la negociación
en 1929. Por eso, la venta de municiones y armamentos que hizo Chile
al Ecuador en 1995, en plena guerra del Cenepa, no fue un hecho casual
o accidental. Nada de eso, fue una acción deliberada propia de quienes
actúan con mentalidad usurpadora. Y si un japonés sin raíces peruanas
no le dio en ese entonces la importancia debida, esto no inhibe de
responsabilidad a quienes ejecutaron por esos días la política
exterior del Perú. Porque si en el caso de Argentina se ha llegado a
determinar que hubo una operación delictiva, conducida
clandestinamente, de allí el juicio al que fueron sometidos los
responsables; en el caso de Chile fue una acción consentida por su
propio gobierno, y esto es lo grave, al punto que a nadie en ese país
se le haya juzgado por ese hecho protervo y felón, una vez puesto en
evidencia.

La vinculación de su ambiguo papel de garante con la plena ejecución
del artículo 5° del Tratado de 1929 queda evidenciada cuando al año
siguiente de haberse concluido la paz con el Ecuador, en 1999, Chile
concluyó con el Perú un Acta de Ejecución destinada a cerrar la
controversia portuaria que fue la que mayores dificultades creó
durante la negociación del tratado entre noviembre de 1928 y mayo de
1929. Como era de esperarse, el Perú estuvo lejos de obtener en 1999
lo que Chile propuso originalmente al presidente Leguía, si se compara
el imponente muelle atribuido al Perú que figuraba en el plano del
desarrollo portuario de Arica entregado por el embajador chileno
Figueroa Larraín al mandatario peruano, en mayo de 1929, con el inútil
y dependiente mini-atracadero situado fuera del marco original de la
bahía de Arica que hoy se considera como el "muelle" peruano (véase
los anexos de mi libro sobre el Tratado de 1929).

Sin embargo, en honor a la verdad, no fue éste un logro reciente de la
diplomacia chilena, pues ya en 1964 y más tarde en noviembre de 1985,
Chile había sentado mañosamente las bases de esa nueva usurpación, una
vez que el taimado Ríos Gallardo intuyó en la década de los cincuentas
que el Perú había perdido el plano entregado a Leguía y, por lo tanto,
la diplomacia peruana desconocía ese importante compromiso. Claro que
lo mismo no puede decirse de quienes negociaron el Acta de Ejecución,
por cuanto quien esto escribe exhumó literalmente dicho mapa del
archivo central de Torre Tagle a fines de 1998, tras casi setenta años
de haber sido ignorado. Ergo, hay responsabilidad histórica por parte
de quienes en 1999 transigieron con la arremetida chilena a sabiendas
de que hacía trampa. Es más, hay razón para preguntarse si no era
mejor reabrir las negociaciones en materia de ejecución del artículo
5°, justamente porque existía, además, el problema colateral de la
delimitación de la frontera marítima con Chile, en el cual la
mentalidad usurpadora amenazaba inclusive con apropiarse del pequeño
triángulo de playa situado al norte del arco que sigue la línea
limítrofe y, por ende, peruano.

Para recapitular, ha sido la lógica implacable del teorema geopolítico
enunciado al inicio de este artículo, la que explicaría la
persistencia por parte de Chile en la observancia de esas constantes
de comportamiento en su relación con el Perú. Aparte de ser muy
redituable en términos territoriales, le ha permitido guardar
coherencia en su accionar, al margen del carácter civil o militar de
sus sucesivos gobiernos, dar continuidad a su diplomacia y ha hecho
previsible su proyección geopolítica. Obsesionados como siguen con ese
enemigo natural, algo que no ocurre en el Perú en que a un sector de
la burguesía le gusta ver a Chile como su aliado, el miedo a la
revancha es un fantasma omnipresente en los chilenos, como igualmente
lo es la gran amenaza que supone la reconstitución de la gran nación
andina.

De allí que la diplomacia chilena haga ahora todo lo posible por
profundizar la división entre los pueblos andinos (echarle la culpa al
Perú en la solución de la aspiración marítima de Bolivia, en virtud de
la cláusula cerrojo de su autoría incluida en el Protocolo
Complementario, es un ejemplo de ello), puesto que ha descubierto que
si quiere mantener cierta supremacía en esta parte de mundo, vale
decir asegurar su supervivencia, no tiene más remedio, ante la
imposibilidad de nuevas guerras de conquista, que transformar al Perú
y Bolivia, por lo menos en el corto y mediano plazo, en su hinterland
vital habida cuenta de la clamorosa carencia que adolece su tripa
territorial de recursos energéticos, hídricos y los limites
asfixiantes de su diversidad biológica. Y es aquí cuando el Perú debe
imaginar, concebir e implementar una política de respuesta y
contención igualmente duradera, ambiciosa y agresiva en diferentes
planos, sobre la base del principio rector que en los tratos con el
usurpador es éste quien tiene que hacer las concesiones y no al revés.

Desde este punto de vista, el problema de la delimitación marítima
debe involucrar a los Estados Unidos como árbitro por haber puesto
Chile en tela de juicio el punto final de la frontera terrestre que es
hacia abajo en el sentido del arco, y no del paralelo geográfico.
Asimismo, se debe reglamentar de conformidad con las disposiciones
constitucionales sobre seguridad y defensa la penetración chilena en
el sector terciario, principalmente de los servicios, teniendo en
cuenta los riesgos que entraña esa mentalidad usurpadora del
hinterland. No deja de ser paradójico que Chile figure como un
exportador mundial de maderas tropicales sin tener selva. Tampoco
parece lógico que el Perú venda gas a Chile para atender las
necesidades energéticas de los territorios que fueron usurpados, salvo
que pague el doble o le vendamos, mejor, energía eléctrica. En fin,
antes de poner una serie de etcs., se debe exigir a Chile que, sin
mayor dilación, proceda a la rectificación histórica brindando las
disculpas debidas y otorgando las reparaciones del caso por las
atrocidades cometidas durante la invasión usurpadora de 1879 y con
posterioridad hasta 1929, incluyendo la compensación a los peruanos de
Arica y parte de Tacna por sus propiedades privadas arrebatadas, la
edición de libros de historia que pinten los hechos tal como
ocurrieron para escarnio de sus llamados héroes, la supresión del
homenaje a sus glorias nacionales porque eso es una afrenta para el
Perú (sobre todo en el Morro de Arica), y la devolución de lo robado.
Pues no hay peor injuria que la subliminal, como lo ha demostrado ese
infamante vídeo de Lan, obra de imberbes. En Europa solo se ha podido
hablar de reconciliación una vez que los agresores han hecho propósito
de enmienda y han reivindicado la dignidad de los pueblos ofendidos.

Por último, sin ser menos importante, en cuanto al objetivo de la
reconstitución de la gran nación andina, que es lo que aterra a los
chilenos, éste solo podrá ver la luz si los prolíficos pueblos andinos
en los tres países involucrados ponen el sincretismo histórico al
servicio del mandato telúrico.
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Embajador, autor de los libros "El Protocolo de 1942: mitos y
realidades." (Academia Diplomática del Perú, 1997), "El Tratado de de
1929. La otra historia." (Congreso de la República, 2000), y "Las
veleidades autocráticas de Simón Bolívar.- Tomo I: La usurpación de
Guayaquil" (Aleph, a publicarse este mes de junio), entre otros.
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